Federación de Baloncesto de Madrid

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ENTRENADORES - Clinics

Pequeños detalles para formar jugadores inteligentes



Cuatro conferencias y un solo objetivo: formar buenos jugadores, inteligentes, capaces de leer los partidos y tomar decisiones. Desde distintos puntos de vista, aunque con un interés común por el juego sin balón, Guillermo Hernández, Santiago Alejandro Corral, Diego Rubio y Gabriel Álvaro coincidieron en el XIII Clinic de Pascua Memorial Pepe Domaica, organizado por la Escuela de Entrenadores de la FBM en colaboración con el CD San Viator.


Guillermo Hernández abrió el clinic con una charla sobre 'Mis hábitos imprecindibles' y una declaración de intenciones: "En el baloncesto no hay un dogma. Cada uno hace su baloncesto en base a lo que ha vivido". Y desde su experiencia personal, afirmó que "los entrenadores tenemos que creer en lo que hacemos para que el jugador también lo crea".

Así, propuso una serie de hábitos técnicos y de trabajo, puntualizando que "exigen un tiempo". Desde los hábitos más sencillos, como mirar al aro, recibir el balón flexionado o cerrar el rebote, a otros más avanzados como las ayudas defensivas. Pequeños detalles, pero muy importantes porque "con pequeñas cosas hacemos mejores jugadores. Son cosas que les van a valer durante toda su vida deportiva". El objetivo final es "que sean capaces de ver lo más posible y lo antes posible. Cuanto antes perciben lo que pasa en el campo, antes pueden tomar decisiones". En definitiva, conseguir el mejor jugador posible, tanto en defensa como en ataque.

Santiago Alejandro Corral mantuvo la misma filosofía en su charla sobre 'Construcción del juego sin balón en un ataque posicional'. Juego sin balón, pero con el balón como "referente, el que va a generar el movimiento de mis compañeros". Un movimiento que busca "crear espacios, romper el equilibrio y generar superioridades".

El técnico propuso distintas situaciones generadas a través del bote y el pase, y reguladas mediante conceptos. El primero, que "si el balón se acerca, me alejo. Y si el balón se aleja, me acerco". Como señaló, se trata de "escapar del balón para generar espacios y ganar ventajas". Los ejercicios fueron en progresión, introduciendo matices (como uno o dos referentes interiores), correcciones y consejos: "Tenemos que ver el juego. El único que no debe mirar al balón es el que lo tiene porque debe mirar a la canasta y a sus compañeros". Como en todo el clinic, la lectura del juego como fin último.

El juego sin balón también protagonizó la charla de Diego Rubio. Sus 'Fundamentos ofensivos sin balón' arrancaron con el espacio, la calidad y la intención como primeros fundamentos. Como en la charla anterior, el ataque busca "engañar al defensor, generarle una inquietud". Pero en este caso el foco no está en el balón sino en otros aspectos del juego: "En categorías pequeñas hay que conseguir que el espacio sea un fundamento, que no se dediquen solo a correr detrás del balón". 

Otro fundamento esencial en el baloncesto moderno es "que siempre estemos preparados para la siguiente acción". En la búsqueda de la calidad son imprescindibles las correcciones, mantener un ritmo alto durante toda la posesión y la presión defensiva, "tener alguien apretando". Todo ello para conseguir mejores jugadores, porque "un buen jugador no es el que más mete sino el que corrige, el que tiene capacidad de corregir". La charla continuó repasando otros fundamentos (como el contacto) siempre con máxima intensidad, concentración y cambios de ritmo para conseguir la máxima calidad posible. "Tenemos que construir jugadores con criterio propio, no máquinas", sentenció Diego Rubio

Gabriel Álvaro, último ponente del clinic, también apostó por la toma de decisiones, en su caso centrándose en los tiempos, en tres pasos: pausa, lectura y ejecución. "Los jugadores de minibasket vienen con unos fundamentos muy buenos, pero con una toma de decisiones muy pobre -afirmó nada más empezar- En mini se trabaja poco el pase". Igual que Diego Rubio, aconsejó ensayar las situaciones con defensores porque "hay que tener un estímulo, un obstáculo para tomar una decisión". Y puso como ejemplo de jugador que domina la lectura del juego al argentino Nicolás Laprovittola. También a Sergio Llull y Rudy Fernández.

Su charla también tuvo un apunte sobre el juego sin balón "el gran fundamento olvidado. Nos centramos demasiado en los fundamentos con balón cuando solo un jugador lo tiene. Los otros cuatro no". Con la ayuda de jugadores del San Viator, como en todo el clinic, los ejercicios fueron en progresión. Primero sobre bote sin defensor, después simulando la oposición y por último con defensores y situaciones más complejas. Siempre con correcciones y la misma meta de siempre: "Los entrenadores buscamos crear jugadores inteligentes. Hay que enseñarles a leer baloncesto, a que interpreten las ventajas. Cuando ya se sabe botar, pasar y tirar, el éxito está en cuándo hacerlo y para qué".


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