Federación de Baloncesto de Madrid

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ENTRENADORES - Otras actividades

La zona press 1-3-1, al detalle



De principio a fin. De los primeros ejercicios, con el foco puesto en los detalles técnicos, a las situaciones reales de juego, a máxima intensidad. Daniel Corona mostró la construcción de una zona press 1-3-1 a media pista en el XVII Memorándum de Fundamentos Individuales, organizado por la Escuela de Entrenadores de la FBM en colaboración con el CB Arganda y el Ayuntamiento de Arganda del Rey.

Según Daniel Corona, se puede trabajar la zona press 1-3-1 de dos formas: con recuperaciones largas y fintas cortas o al revés (recuperaciones cortas y fintas largas). Esta última fue la que eligió, en una charla que se dividió en tres ejercicios, pero, sobre todo, tuvo numerosas normas de trabajo que los condicionaron. Entre ellas, negar el centro, la situación del 5 (entre el último atacante y el aro) o incentivar el pase a la esquina para provocar el trap.

En su introducción, Corona también dividió el trabajo de la defensa según la posesión del ataque. En los primeros ocho segundos se trata de un trabajo de contención; en los siguientes (del 8 al 16) de una defensa estratégica, y en los últimos (del 16 al 24) de una defensa de emergencia, en la que los jugadores deben estar preparados para cualquier reacción del rival.
 

Con la ayuda de jugadores júnior del CB Arganda,el técnico pasó de la teoría a la práctica, insistiendo en que "lo importante no son los ejercicios, sino generar normas que se adapten al equipo". El primer ejercicio, a media pista, estuvo marcado por los conceptos técnicos. Daniel Corona explicó a cada uno de los jugadores su cometido, insistiendo en los detalles y, por supuesto, en las normas, numerosas y severas al principio pero que fueron aligerándose según avanzaba el trabajo. Entre los objetivos de ese primer ejercicio estuvieron ajustar el 2x1 y aumentar la presión defensiva.

La segunda situación se extendió a toda la pista, y aquí primó la táctica, aunque también con normas, como que el balón no atravesara la zona. Las rápidas transiciones y la (mayor) agresividad defensiva empezaron a simular acciones reales de juego. Las situaciones reales llegaron en el último ejercicio, de nuevo en media pista, en el que se trabajó la negación de la línea de pase para robar el balón y se concentró todo lo aprendido con anterioridad. Un sistema de puntos, a favor de defensores o atacantes, sirvió de estímulo a los jugadores, además de la máxima exigencia por parte del técnico.

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