En primer lugar, Blázquez condicionó la táctica no solo a la capacidad de rendimiento de los jugadores sino también al adversario y a condicionantes externos, como los minutos finales de un partido. En su opinión, la táctica aparece desde minibasket, pero de forma casi 'invisible', en pequeñas decisiones como el salto inicial o quién saca de banda y quién recibe. Unas situaciones que, según aumenta la categoría, se van haciendo más visibles con cortes, aclarados o la ocupación de espacios en los contraataques. Tambien aparece en la defensa. Desde las asignaciones individuales, determinadas en función de las características del rival, hasta llegar a la defensa de ayudas.

El paso a la canasta grande llega en infantil, en opinión de Diego Blázquez, "la categoría más difícil porque hay jugadores que vienen de tener éxito en mini y ahora no llegan a la canasta desde el tiro libre". Tanto en infantil como en el escalón intermedio, preinfantil, llega la hora del mano a mano (a veces esbozado en mini), de la puerta atrás como concepto táctico y, sobre todo, de empezar a trabajar el bloqueo indirecto. En cambio, Blázquez desaconsejó el bloqueo directo a estas edades o, al menos, "solo emplearlo con cuentagotas". El técnico ilustró la charla con ejemplos de táctica colectiva en las últimas fases finales de Madrid en categoría infantil (Final masculina / Final femenina)