Federación de Baloncesto de Madrid

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ENTRENADORES - Otras actividades

Postemporada, tiempo para seguir mejorando



Bajo el título 'El trabajo en la postemporada para el inicio de la pretemporada', Ricardo Pomatta condujo el domingo 19 de junio, en la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes, la XXIII edición de las Charlas Magistrales, organizadas por la Escuela de Entre...

CharlaMagistral XXIII Foto1Bajo el título 'El trabajo en la postemporada para el inicio de la pretemporada', Ricardo Pomatta condujo el domingo 19 de junio, en la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes, la XXIII edición de las Charlas Magistrales, organizadas por la Escuela de Entrenadores de la FBM con la colaboración del Ayuntamiento de Alcobendas y el club Valcude. Una charla enfocada a la época estival como momento idóneo para mantener la forma física, recuperarse tras posibles lesiones y seguir creciendo, tanto en el aspecto individual como en el colectivo.



 

 

Apuntes de la Charla en el Aula del Entrenador

El trabajo de postemporada se prolonga durante cerca de dos meses (aunque con algunos periodos del descanso) y comienza con una planificación previa, que apunta no solo al grupo, también a cada jugador porque, como dijo Ricardo Pomatta, "no hay dos jugadores iguales, cada uno es diferente". A partir de ahí, se trata de buscar la mejora en tres aspectos: físico, técnico y táctico. El verano, la época sin competición, tiene sus problemas, "sobre todo, la pérdida de la condición física, pero también la de atención y compromiso, o la falta de interés". Para combatirlos, Pomatta aconsejó variar el contenido de los entrenamientos respecto al de la temporada o incluso cambiar de entrenadores durante unas semanas.

CharlaMagistral XXIII Foto2La planificación marca dos semanas de descanso y después un aumento progresivo del ritmo.

Eso sí, el descanso, físico y mental, es necesario. Por ello, en la planificación de esos dos meses, el técnico dejó las dos primeras semanas en blanco. A partir de la tercera, el ritmo va en aumento, siempre en sesiones cortas (45-60 minutos) y cuyo contenido cambia en función de los objetivos a trabajar o de la edad de los jugadores. Entre los primeros, Ricardo Pomatta destacó los tres grandes fundamentos individuales, el bote, el tiro y el pase, pero también la técnica y táctica individual, la táctica colectiva y la preparación física.

En una charla muy enfocada a las categorías de formación, el ponente aconsejó no encasillar a los jugadores en edades tempranas: "No podemos enseñar al alto del equipo a jugar solo por dentro porque un infantil de 1,90 a lo mejor cuando llegue a sénior se queda en 1,95... ¿y entonces qué? Es importante que todos sepan jugar por dentro y por fuera". También invitó a ejercitar el trabajo defensivo pese a que "les va a gustar menos. Pero así entenderán el baloncesto como un deporte global". Y todo ello en función de los jugadores. "No todos son iguales. El trabajo debe ser lo más individual posible", insistió.

CharlaMagistral XXIII Foto3Ricardo Pomatta, en un momento de la charla, que se celebró
en la Ciudad Deportiva Valdelasfuentes de Alcobendas.

Los contenidos también cambian según las categorías. En las más tempranas (alevín, infantil..), Pomatta aconsejó primar el aspecto técnico sobre el físico, con una atención especial al paso de alevín de segundo año a infantil, del balón pequeño al grande y de la canasta baja a la alta. A partir de infantil de segundo año, el trabajo físico gana importancia de forma progresiva, así como la mecánica de tiro. Cadete de segundo año es el paso previo al baloncesto de alta competición, en el que se definen las posiciones y aumenta la velocidad de ejecución, un aspecto clave. "Ser capaz de hacer lo mismo a más velocidad es lo que marca  el paso de una categoría a otra", sentenció el técnico. Por último, a partir de júnior prevalece el trabajo físico, que debe mantenerse en los años de sénior.

CharlaMagistral XXIII Foto4Pomatta solo aconsejó el trabajo puramente táctico en las categorías superiores.

Según Ricardo Pomatta, los meses sin competición son "periodos muy útiles", en los que se debe descansar mentalmente, pero también recuperarse y readaptarse físicamente, siempre sorprendiendo a los jugadores, sin tiempo para el aburrimiento o la repetición, y con una especial atención al detalle.

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