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Casvi, compromiso cien por cien



Es un cole que planta cara a los grandes clubs. El Eurocolegio Casvi llegó hace cuatro temporadas a la liga EBA, la categoría de bronce del baloncesto español, y ahí sigue. Un caso único basado en una manera de formar jugadores, con atención personal...

Reportajes Clubs. CASVIEs un cole que planta cara a los grandes clubs. El Eurocolegio Casvi llegó hace cuatro temporadas a la liga EBA, la categoría de bronce del baloncesto español, y ahí sigue. Un caso único basado en una manera de formar jugadores, con atención personalizada, paciencia pero a la vez atrevimiento y, sobre todo, un alto nivel de compromiso por parte de todos. Desde la dirección del centro hasta los jugadores, pasando por José Antonio Sánchez, director técnico desde hace dos décadas.




 
José Antonio Sánchez llegó al Eurocolegio Casvi en la temporada 1989-90. El centro, que había empezado a funcionar cuatro años antes en Villaviciosa de Odón, ofrecía a sus alumnos varios deportes como actividad extraescolar: baloncesto pero también fútbol sala, cross. Y también había empezado a extender su nombre por los municipios cercanos, como Móstoles, Alcorcón o Boadilla del Monte, donde más tarde abriría otro colegio.


Los chicos de la generación del 79, en un torneo disputado en el colegio Nuestra Señora del Pilar.

Con la llegada de José Antonio, el baloncesto se impuso rápidamente al resto de deportes. Quizá porque trajo consigo un modelo de trabajo idóneo para compaginar la formación académica y la deportiva. No en vano procedía de otro colegio, el San Viator, de donde años atrás había salido Juan Antonio Corbalán y asomaba la cabeza un tal Carlos Jiménez. "Dejé en el San Viator una buena generación cadete que después fue campeona de España. Allí estaban Carlos Jiménez y F.J. Martín [Fuenlabrada, Melilla, Burgos.]".


Un equipo femenino del año 2003. Las chicas también juegan.

Tanto Corbalán como Carlos Jiménez aguantaron en su colegio toda su formación baloncestística, hasta junior, a pesar de los cantos de sirena de grandes clubs. José Antonio Sánchez se planteó repetir ese nivel de compromiso en el Casvi. Para ello hacían falta varios factores, empezando por el trabajo y la paciencia. Avanzar paso a paso. "El primer año metimos a los equipos a competir en la liga local de Alcorcón. En la temporada 90-91, tuvimos nuestro primer equipo federado, un minibasket de la generación del 79. Hicimos una buena temporada, jugamos el Campeonato de Madrid y acabamos quintos. Entonces el colegio decidió volcarse con el baloncesto", recuerda el director técnico. De ese primer mini se pasó al año siguiente a dos equipos, un preinfantil y un infantil, "y así fuimos creciendo.".

Colegio y club deportivo fueron de la mano desde el principio. El Casvi contempla la actividad deportiva, y más en concreto el baloncesto, como un complemento a la formación del alumno: "La apuesta es el valor añadido que supone el baloncesto a nivel personal, del individuo. lo que representa el deporte a la máxima competición posible como ayuda integral a la formación", explica José Antonio. "En cualquier empresa se valora el compromiso, la responsabilidad, el trabajo en grupo." Y pone ejemplos: "Con la que está cayendo, en la selección de personal de cualquier empresa se valora el compromiso, la responsabilidad, el trabajo en grupo. Lo mismo que te exige la alta competición. También hay que saber organizarse con los viajes, los estudios o los exámenes. Todo eso es lo que marca la diferencia".

En la actualidad, el Eurocolegio Casvi cuenta con siete equipos federados, todos masculinos, desde alevines hasta la Liga EBA. Precisamente el ascenso a la categoría de bronce del básquet español es una fecha marcada a fuego en la historia del club: el 25 de mayo de 2008. No solo un día triunfal, sino toda una temporada: "En 2008 quedamos campeones de Primera Autonómica y subimos a Nacional, y quedamos campeones de Nacional y subimos a EBA. Todo casi con el mismo equipo, porque el conjunto de Autonómica tenía cinco jugadores que disputaron ambas ligas".


El ascenso a la liga EBA; una imagen histórica en el Eurocolegio Casvi.

Y es que esa es otra marca de la casa, otra herencia que se trajo José Antonio Sánchez del San Viator. Junto a la paciencia, el atrevimiento, adelantarse al tiempo si es necesario. "No nos tiembla el pulso. Si hay un chaval en mini con posibilidades  lo ponemos a jugar en infantil; si es infantil en cadete, y si es cadete en junior. Siempre hemos tenido ese criterio".

Un claro ejemplo fue Andrés Miso, que llegó al Casvi con 10 años y escaló categorías a gran velocidad hasta que en 2001, ya en edad junior, dio al salto al Asefa Estudiantes y a la ACB, donde sigue una década después, ahora en el CB Murcia. El ejemplo de Miso confirmó la filosofía de José Antonio Sánchez ("no hace falta irse pronto a un grande ni salir del entorno para jugar a gran nivel"). Y fue el modelo de dos alumnos-jugadores del Casvi, que juegan al baloncesto en su cole desde mini y formaron parte del ascenso a la Liga EBA: José Luis Galocha y Mario Ortega.


El equipo llegó a jugar la fase de ascenso a LEB Plata contra el Gandía Bàsquet.

Pero el compromiso de Galocha y Ortega se extiende al resto de la plantilla: "El secreto del ascenso fue mantener un bloque estructurado. Los chicos que ascendieron en 2008 eran de generaciones muy cercanas, del 85, 86 y 87. Todos se conocían bien y llevaban ya unos años jugando juntos, y los que han llegado después se han adaptado fácilmente", explica José Antonio. El nivel de compromiso se mantiene después de llegar a EBA, porque no todo es fácil en el Casvi. Con un pabellón cubierto para siete equipos, hay que repartir horarios. El ACB Andrés Miso jugó en el Casvi desde los diez años hasta categoría junior Los más jóvenes entrenan primero, a partir de las seis de la tarde. Los mayores después. Los jugadores del EBA suelen salir del pabellón pasadas las once de la noche, tres o, en ocasiones, cuatro días por semana.

Los equipos, en especial el EBA, pasean el nombre del nombre del cole por toda España, y la fidelidad es recíproca. "Nosotros hemos dado mucho a los chavales pero ellos también a nosotros. Muchos ya han acabado su etapa académica aquí y han decidido seguir con nosotros. El colegio lo sabe y es casi una obligación moral apoyarlos". En España y fuera, puesto que entre las actividades anuales del baloncesto figura acudir en Semana Santa a un torneo a Francia, en ocasiones hasta con tres equipos. También hay intercambios "con las mejores canteras de España, como las de Badalona, Valencia, Bilbao, Zaragoza. Intentamos movernos a nivel nacional e internacional".


Juan Luis Yagüe, director del colegio (izquierda), y
José Antonio Sánchez (derecha), con Fernando Romay.

Además de la motivación deportiva y la formación, una de las señas de identidad del Casvi es el trato personalizado, mimar al jugador: "Algunos jugadores del EBA vienen de Madrid, de Rivas, el año pasado había uno de Daganzo.. Supone mucho esfuerzo y nosotros no pagamos. Por eso, tratamos que el jugador esté cómodo, que no le falte de nada. Intentamos viajar en las mejores condiciones posibles, un trato personal. Y eso suma mucho".

Ese trato se repite con lo que hay debajo del EBA, los otros seis conjuntos federados más los chicos y chicas de la escuela (de 1º a 4º de Primaria) y un equipo mixto de categoría mini que compite en la liga escolar de Alcorcón. En la temporada 2011/12 no hay equipo federado femenino, pero sí un convenio con el Femenino Alcorcón, donde juegan las chicas que destacan, "al menos, hasta que tengamos suficientes para hacer un equipo propio". En total, más de 150 jugadores. Entre los entrenadores, Tomás Durán, Eduardo Arizmendi y, hasta este año, Roberto Roldán, "que no ha podido seguir con el baloncesto pero ha tenido un papel muy importante durante los últimos 18 años".

Por número y porque es la única actividad con equipos federados, el básquet supera al resto de deportes del cole: fútbol sala, natación, balonmano. Se nota en los partidos del primer equipo, "donde hay mucho ambiente en el pabellón porque vienen los niños de la escuela. Su objetivo es poder jugar algún día con los mayores. Son su referencia".


Los dos exalumnos Mario Ortega y
José Luis Galocha con Juan José García (centro).

El ascenso a EBA es la joya de la corona en el palmarés del club, pero también hay éxitos en categorías de formación, como un campeonato de Madrid Infantil federado con la generación de 1982 o un tercer puesto, también en Infantil, bajo la batuta de Andrés Miso. José Antonio Sánchez también recuerda cuando "en 2001 perdimos en la fase final junior de Alcobendas contra el Real Madrid del ahora NBA Maciej Lampe porque se nos salió un triple final. Algunos jugadores de esa generación fueron los que luego subieron a EBA". Y, además de Miso, otros nombres del baloncesto nacional surgieron del Casvi como "Eduardo Izquierdo, Álvaro Palacios o el árbitro Rafael Serrano. No todos llegan hasta la élite, de hecho no llega casi nadie, pero nosotros ofrecemos jugar al máximo nivel posible durante el mayor tiempo posible".

José Antonio Sánchez se entusiasma al hablar de baloncesto pero a la vez tiene las cosas claras  en el trabajo diario. Apretar lo justo, y siempre sin descuidar el aspecto académico. La experiencia manda: "Una temporada trajimos a un entrenador yugoslavo. Aprendimos mucho, pero a él le costó conectar con nuestra idiosincrasia, con los chavales que venían a estudiar al cole. Quizá porque había un grado de exigencia demasiado elevado, no entendían las cosas y algunos dejaron de jugar prematuramente. Reflexioné sobre eso. El aspecto técnico-táctico está bien, pero también hay que saber adaptarse".


El equipo de EBA de la temporada 2011/12 al completo antes de un entrenamiento.

Y detalla su modelo de trabajo: "Tiene que haber exigencia formativa y de entrenamiento, y la competición también es parte de la formación. Pero hay etapas y etapas. Hay colegios que quieren quedar campeones en mini de manera prematura, que entrenan mucho, al límite, porque el niño tiene que quedar campeón con 10 ó 12 años. Eso a veces se logra, pero también hay muchos chavales que con 14 años se han quemado y ya no quieren seguir. Yo respeto todas las maneras de trabajar, pero a veces el mejor jugador no llega con 15 años sino con 20 ó 25. A veces nos confundimos y damos una relevancia excesiva a ganar o perder cuando hay que mirar más adelante". 

Con este sistema, heredado del San Viator, salió Andrés Miso y un equipo de colegio ha alcanzado a los grandes clubs. El último ejemplo es Juan José García, el jugador más determinante del Eurocolegio  Casvi durante las últimas temporadas (19, 24, 18 y 23 de valoración media en EBA), que prepara su salida hacia metas mayores: "Lleva nueve temporadas aquí y esta categoría se le ha quedado pequeña. Lo sabe, pero ha preferido acabar su periodo de formación con nosotros. Me pidió mi opinión y yo se la di. Creo que los pasos hay que darlos firmes y que para jugar al máximo nivel no es necesario irse pronto a los grandes. Ya lo hemos demostrado. Un jugador que empieza su formación con nosotros y la termina con nosotros, tienen la mismas posibilidades de triunfar que en cualquier otro sitio".


La foto de familia del Eurocolegio Casvi; la imagen es de 2010.

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