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CDE Alameda de Osuna, la unión entre educar y competir



Primero padre de alumnos de un colegio, después entrenador de baloncesto y por último presidente de un club. La trayectoria de Luis Corpas simboliza perfectamente la historia del CDE Alameda de Osuna, un club relativamente moderno (...

CDE Alameda de OsunaPrimero padre de alumnos de un colegio, después entrenador de baloncesto y por último presidente de un club. La trayectoria de Luis Corpas simboliza perfectamente la historia del CDE Alameda de Osuna, un club relativamente moderno (1996) y no excesivamente grande (nueve equipos de canasta grande y dos de mini), pero que se ha convertido en un modelo de integración entre la labor de un centro educativo, el IES Alameda de Osuna, y la de un club deportivo, entre  la formación y la competición.



 


Algunos componentes del club juegan un partido
en las pistas del IES Alameda de Osuna

El Club Deportivo Elemental Alameda de Osuna tiene su sede en el Instituto Público del mismo nombre. La unión entre el centro educativo y el club es total, y es una de las claves para su crecimiento. Se trata de una relación recíproca, de apoyo mutuo, en la que el instituto cede las instalaciones y el club costea los gastos, el club recibe el apoyo del centro y éste se beneficia de la publicidad y del prestigio deportivo que año tras año está alcanzando el club. ‘Si un padre busca un instituto para sus hijos y ve que aquí hay, por ejemplo, un equipo de baloncesto en Primera Autonómica, eso también influye’, dice Sergio José Figueredo, Director Técnico del club.

Sergio forma junto al presidente, Luis Corpas, y a Macarena Ruiz, Directora Técnica de las Escuelas, el trío que gestiona el CDE Alameda de Osuna. Luis y Sergio comenzaron como miembros del APA, el germen de donde surgió todo. ‘En 1996, el APA del instituto promovió la creación de una agrupación deportiva para federar a los equipos que jugaban desde 1991 aquí y en el Colegio Público Ciudad de Zaragoza. Ese año se federó el primer equipo, un Cadete masculino. A partir de ahí se desarrollaron las diferentes categorías hasta que, hace cinco años, de agrupación deportiva se pasó a club de baloncesto con el objetivo de tener equipos senior en las máximas categorías’, explica Luis Corpas

Macarena no entró desde el APA sino por su apasionada relación con el baloncesto: ‘Vivía en el barrio y jugaba al básquet en la calle, en las pistas del instituto…’ Y Sergio apunta: ‘Cuando llegué aquí, todo el mundo hablaba de Macarena, entendimos que había que ficharla para el club y así lo hicimos’.


Luis Corpas, derecha, junto a Pablo Nacenta,
director del instituto, y su hijo, jugador del club

Para entender el club también resulta clave el barrio. Con apenas 20.000 habitantes, la Alameda de Osuna está salpicada de numerosas instalaciones deportivas, desde los campos de fútbol de El Capricho, nada más entrar desde la M-40, hasta el Club Deportivo Brezo, en el otro extremo. Entre medias, el Colegio Alameda de Osuna -donde juega el CREF- un club de tenis, tres clubes de fútbol, otro de balonmano…

En el instituto la práctica del baloncesto es una actividad más, perfectamente integrada y coordinada en la vida escolar.  Un aspecto fundamental es la implicación personal del director del centro, Pablo Nacenta, que, según comenta Luis Corpas, ‘es aficionado al baloncesto, ha jugado y sigue habitualmente a todos los equipos’. El presidente del club describe así la combinación entre el deporte como actividad extraescolar y como competición: ‘El primer objetivo es la formación de los chavales, luego la competición. La idea es cubrir el tiempo libre, colaborar en la formación en valores y al mismo tiempo dar la posibilidad a aquellos que tengan más cualidades o más interés de tener un nivel de competición adecuado.


En 2006 visitó el club un combinado de la NCAA1

Y Sergio, como Director Técnico, va más lejos: ‘Antes el concepto era más de escuela-guardería, de dejo a mi niño ahí, que de escuela de baloncesto. Sin romper esa cultura de niños de colegio, tratamos de crear una cultura del baloncesto con unos objetivos técnicos, y poco a poco vamos dando pasitos. Creo que ahora mismo estamos en un 50-50’. Para conseguir ese objetivo resulta fundamental ‘el compromiso de los padres.  A veces los niños tiran de los padres. Otras veces, son los padres quienes empiezan a exigir más, más calidad, y eso es bueno. Es un síntoma de que empezamos a conseguir esa cultura.

‘Sin romper la cultura de niños de colegio, queremos crear una cultura del baloncesto’

La mayor parte de los jugadores proceden del instituto o, los más pequeños, de los cercanos Colegios Ciudad de Zaragoza y Calderón de la Barca, pero también hay niños y jóvenes, normalmente vecinos del barrio, que estudian en otros centros y deciden incorporarse porque, según Luis Corpas, ‘nuestra filosofía de equipo es un grupo de chavales, de amigos que estudian juntos o salen juntos en el barrio. Los padres que vienen de fuera buscan eso, que se integren, que sean amigos y formen una piña’.


Casi sesenta niños juegan al baloncesto en la Escuela

En el CDE Alameda de Osuna juegan al baloncesto niños desde los cinco años. Con 180 jugadores y 57 ‘peques’ en la Escuela, bajo la coordinación de Macarena, el futuro parece asegurado. Para consolidar el proyecto hay catorce técnicos o ayudantes, incluidos algunos jugadores de los equipos cadete, junior y sub’21 que echan una mano con los más pequeños. El club colabora a su formación afrontando los gastos del curso de entrenador. De los catorce, siete son chicos y siete chicas, pero, como apunta Macarena, ‘la previsión de futuro es que entrenen más chicas que chicos’.


El equipo senior masculino se ha colado este año entre los mejores de Primera Autonómica

Pegado a las paredes del instituto se encuentra el Pabellón Deportivo Villa de Madrid, un complejo público donde se disputan los partidos oficiales a cambio de un alquiler. La cercanía del pabellón provoca anécdotas. ‘ ‘Nuestra filosofía es crear un grupo de chicos que estudian juntos, juegan juntos y son amigos’ No nos quejamos porque pagamos poco, pero un día vino  un equipo de Rivas, llovía y un padre descubrió que estaba el pabellón vacío al lado. Nos preguntó por qué no entrábamos, le dijimos que era público y él dijo que por eso, que entráramos. Tuvimos que explicarle que precisamente porque era público no podíamos entrar’, recuerda Sergio.

El viejo proyecto de un grupo de padres sigue creciendo. De los cinco hijos de Luis Corpas ya sólo tres siguen jugando al baloncesto, pero su padre sigue al frente del club y esta temporada ha entrenado al equipo senior masculino que ha realizado una de las mejores temporadas de su historia. Junto a él, Sergio José Figueredo y Macarena Ruiz, entre otros, garantizan que el baloncesto y la educación seguirán unidos en la Alameda de Osuna.


Grandes y pequeños forman juntos después de una tarde de entrenamientos

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