Federación de Baloncesto de Madrid

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"Las estadísticas nunca son reales"



...Y lo dice Aitana Cuevas (Madrid, 03/07/1986), la jugadora que lidera los rankings del Grupo B de Liga Femenina 2 en puntos (18,3 de media) y valoración (24,3), y es la segunda en rebotes (11). Por encima de sus números, Aitana destaca la trayector...

AitanaCuevas1...Y lo dice Aitana Cuevas (Madrid, 03/07/1986), la jugadora que lidera los rankings del Grupo B de Liga Femenina 2 en puntos (18,3 de media) y valoración (24,3), y es la segunda en rebotes (11). Por encima de sus números, Aitana destaca la trayectoria de su equipo, el Fundal Alcobendas, líder invicto del grupo. La pívot relativiza las valoraciones personales y repasa una carrera que comenzó a los 4 años en el colegio Estudio. De aquella época, y tras el paso por Estudiantes, Majadahonda, Pozuelo o Zamarat entre otros, conserva la visión del baloncesto como "algo que te abre puertas a ver mundo y te permite vivir nuevas experiencias"



 

 

Comenzaste a jugar al baloncesto en el colegio Estudio...

Sí, en la escuela con 4 o 5 años. En el Estudio solo hay baloncesto... o gimnasia rítmica. Desde el primer año que se podía me metí en el basket.

¿Por qué el basket?

Porque me gustaba más hacer el burro (risas)... y por mi constitución. Era muy grande para mi edad y eso te encamina más hacia el baloncesto que hacia la gimnasia. Si hubiera habido fútbol, por ejemplo, a lo mejor habría dudado.

¿Qué te enganchó del baloncesto?

Me lo pasaba bien. Estaba con mi grupo de amigas, jugábamos... y como tampoco habia otras opciones, no te ponías a comparar. Encima siempre he sido muy grande, por encima de la media, y poco a poco te vas enganchando.

AitanaCuevas2
Aitana Cuevas, en su etapa en el Zamarat.
Foto: Javier de la Fuente/La Opinión de Zamora

Estuviste en el Estudio hasta los 16 años. Ahora es complicado que si un jugador o jugadora destaca, siga en su colegio, ¿en tu caso te tentaron para marcharte antes?

No... no sabía que existía el basket más allá de Estudio. Ni que había selecciones autonómicas ni casi que existía el baloncesto profesional... Me lo pasaba bien en el cole y punto. Hasta que en júnior de primer año jugamos una final de Campeonatos Escolares en el Magariños y fui la MVP. Recuerdo que Nacho Azofra me dio el premio. Ese verano me llamaron del Estudiantes.

En el Estudiantes jugaste tres temporadas, ¿qué cambio notaste del baloncesto escolar al de un club con una estructura profesional?

A mí todo eso me venía grande. Encima veías entrenando en el Magariños al equipo de Liga Femenina, al ACB... En el cole vas a entrenar y te lo pasas bien, pero no miras más allá. En el Estu tienes objetivos, grandísimas compañeras, un equipo que quiere llegar a un Campeonato de España... También hay más presión. En esos tres años aprendí mucho

Del Estudiantes te fuiste a Majadahonda y después a Pozuelo...

Llegúe a Majadahonda, y a mitad de temporada me fui a Pozuelo. Casi no jugaba y yo no veía el baloncesto profesional como una forma de vida, lo único que quería era jugar. Hablé con Richi [Ricardo González Dávila] y me dio la carta de libertad para irme a Pozuelo. Al año siguiente volví y tuve más oportunidades. Ese segundo año pasé de jugar por jugar a hacerlo con otra mentalidad y con buenos números.

Luego llegó el salto de jugar en la Comunidad de Madrid a hacerlo fuera, en el Zamarat.

Llegué a un club con un objetivo muy claro, que era intentar ascender. Por primera vez me encontré con gente que solo vive de esto. Mi primer año ahí es uno de los más importantes de mi carrera, donde por fin ves lo que quieres.

Hablas de vivir de esto, ¿en el baloncesto femenino es muy complicado?

Sí. Me refiero a que puedes tener tu sueldo y vivir el día a día, pasar el año, aunque sin posibilidad de ahorrar... Antes se podía. Ahora es más difícil.

En el verano de 2010 te marchaste a jugar a Argentina, ¿por qué?

Por vivir esa experiencia. Para mí el baloncesto sigue siendo algo que te abre puertas a ver mundo. Me llamó un equipo de Argentina que estaba buscando una pívot y ¿por qué no...? Me fui tres meses, conocí Argentina y viví el baloncesto de allí, que es completamente diferente. Al año siguiente tuve la oportundidad de irme a Australia, pero coincidió que tuve una fascitis plantar y el médico me aconsejó parar en verano.

Hablando de salir fuera, ¿qué te parece el éxodo de jugadoras jóvenes a universidades de EE.UU.?

Si lo sabes llevar, es una muy buena oportunidad para niñas jóvenes porque vuelven con un idioma, que es importantísimo, y viven otro baloncesto de trabajar muchísimo, mucho físico, mucha técnica individual... Pueden mejorar mucho, pero tiene que estar bien enfocado, que puedan seguir con sus estudios y con el baloncesto a partes iguales, y esa es la parte en la que yo me pierdo... No tengo claro cómo lo hacen. Si hay un equilibrio entre ambas cosas, me parece una gran oportunidad y una magnífica experiencia.

En cierto sentido, ¿la marcha de tantas jugadoras puede perjudicar el baloncesto español, a nuestra liga?

La transición de júnior a Liga Femenina es muy complicada, y la actual Liga Femenina 2 igual se queda un poco corta para las jugadoras con más talento. En algunos casos, irse a Estados Unidos puede ser el paso necesario: entrenar, trabajar duro y venir físicamente preparadas para Liga Femenina.

AitanaCuevas3Fuera de las canchas, trabaja con perros adiestrados como terapia
para niños con discapacidades. Foto: Fundación Bocalán.

En tu caso, eres una de las jugadoras con mejores números en Liga Femenina 2, pero solo has jugado un año en Liga Femenina, en Burgos, ¿es una espinita clavada?

No. He tenido más oportunidades, pero siempre he querido jugar en Liga Femenina ascendiendo. Ascendimos con Zamora, pero por distintos motivos no seguí, y en el Alcobendas tampoco pudimos por motivos económicos. Además, sí es verdad que hago buenos números en Liga Femenina 2, pero quizá soy pequeña para Liga Femenina... aunque tengo velocidad y rapidez, y el año que estuve en Burgos no hice una mala temporada.

Aparcando un poco el baloncesto, hace unos meses recibiste un premio por tu trabajo en la Fundación Bocalán, con perros adiestrados para ayudar a niños con discapacidad física o intelectual...

Siempre he sido una fanática de los animales. Me vuelven loca todos, y los perros es lo más fácil de tener en casa. De hecho, desde que me han dejado, han ido entrando y los voy acumulando (risas)... Una amiga y yo vimos que nos gustaba ese mundo, miramos varias asociaciones y nos metimos... Al final, es algo que te llena, porque supone trabajar con mis dos sueños. Un es el mundo canino, que me apasiona. En la Fundación hay perros de asistencia para personas con discapacidad, otros que detectan una hipoglucemia hasta veinte minutos antes. Es algo increíble... Y luego yo soy educadora social. Poder unir las dos cosas es como un sueño. Es verdad que hay pocos proyectos de este tipo, pero siempre que hay alguno intento meterme.

Tu hermana juega al rugby, ¿te han tentado otros deportes?

No. Es cierto que cuando mi hermana empezó a jugar al rugby, me dijo que le acompañara. Fui un día y no estaba mal, pero al segundo, cuando empezamos a hacer algo de contacto, me engancharon, me empezaron a zarandear, caí sobre las dos muñecas y pensé que me las había roto... Me entró miedo y se acabó. 

¿Era peor que pegarse con cualquier pívot en la pintura?

Sí, porque es un equipo amateur. Ellas no saben placar y yo no sé caer, y esa combinación es muy peligrosa.

AitanaCuevas4Una imagen habitual de Aitana Cuevas: rodeada de rivales en la pintura.

Alguien que se acerca por primera vez al baloncesto puede pensar que el trabajo de un pívot es solo coger rebotes...

... Justo eso es lo que dicen mis compañeras, que son muy malas (risas), ¡pero si el pívot es el más importante del equipo! El pívot coge el rebote, saca el balón, da fuerza en la pintura... Siempre tiene que haber un equilibrio dentro-fuera. Si solo te dedicas a tirar de tres, necesitas un porcentaje de anotación increíble o mucha suerte durante todo el partido. Ya en serio, cada puesto es muy importante. Nosotras tenemos grandísimas tiradoras como Paula Palomares o Allison Feaster, pero pueden tener momentos en los que el balón no entra, y ese equilibrio en la pintura es muy necesario.

Ese ascenso de 2014 que no pudo hacerse realidad fue una decepción, pero la base del equipo se mantuvo igual, con muy pocos cambios, ¿por qué?

Quizá porque somos un equipo ya mayor. A todas nos gustaría subir, pero también es verdad que cada una tenemos nuestra vida. La Liga Femenina te exige entrenar mañana y tarde, más profesionalidad; a ver cómo compaginas tu trabajo -que casi todas las que estamos aquí ya tenemos-, con tu vida deportiva, con entrenamientos mañana y tarde. Al final, todas tenemos trabajo, todas venimos aquí a disfrutar, a pasarlo bien.... y a ganar también, por supuesto. Si se sube, ya veremos cómo hacemos, y si no se sube, este es un club muy familiar, muy cercano, en el que estamos muy a gusto. ¿Para qué te vas a ir a otro sitio?

¿Esa es una de las diferencias entre el baloncesto de élite masculino y el femenino? ¿Que vosotras tenéis que compaginar esa vida personal y profesional con la deportiva?

Sí. Ahora mismo hay muy pocas jugadoras que puedan vivir de esto. En Liga Femenina 2 alguna tiene su dinero mensual, pero no da para ahorrar. Necesitamos algo más para enfocar nuestro futuro. Sabemos que en tres, cinco o seis años se acabó el baloncesto, que hay una fecha de caducidad... ¿y entonces qué? Los chicos, en especial los de Liga Endesa, a lo mejor han podido ahorrar y tienen más fácil ese periodo de transición hasta que encuentren algo. Nosotras no. En cuanto dejas el basket, hay que empezar a trabajar y si terminas con 35 años y no tienes nada, es muy complicado.

¿Esa diferencia entre el deporte masculino y el femenino es imposible de cambiar?

Es muy difícil. No lo sé... habría que enfocar el deporte femenino de otra manera. No tenemos ni la publicidad, ni los apoyos, ni la repercusión mediática, ni los sponsor que tiene el masculino. ¿Se podría cambiar? Sí ¿Cómo? No lo sé.

Esta temporada habéis empezado con siete victorias en siete partidos, ¿cuál es el secreto de este equipo?

Nos conocemos desde hace tiempo, nos llevamos todas muy bien y tenemos  grandísimas jugadoras, empezando por una jugadora de la talla de Allison Feaster, que tendrá 39 años y lo quieras pero siempre suma. Tenemos a Paula Palomares, que ha empezado el año de forma espectacular. Está Shei [Sheila Mangada], Sara Rodríguez, Guti [Sara Gutiérrez]... Un equipazo.

AitanaCuevas5En la línea de tiros libres, durante el Torneo Ita Poza celebrado el pasado verano.

Con este arranque, ¿el ascenso es la meta?

Desde el principio, el objetivo es ir a la fase de ascenso, y ahí intentar subir, pero una fase es una lotería. Son cuatro partidos al máximo nivel donde no gana el mejor equipo sino el que esté mejor en ese momento. Ahí influye todo. Por ejemplo, el año pasado Ibaizábal llegó tras una temporada espectacular, pero tenía dos jugadoras importantes tocadas y no subió. No es justo, pero es así.

Y en tu caso, ¿qué piensas cuando abres la página web de la FEB y ves que eres la primera en las estadísticas individuales...?

La verdad es que no abro la página... (risas) Para eso tengo a la familia y a los amigos. A veces me llaman y me preguntan cuánto he hecho de valoración,  pero yo no lo suelo mirar. No me gustan las valoraciones. Yo me podido hacer 30 de valoración, pero sin un equipo por detrás ese partido no se gana. El deporte de equipo es colectivo.

¿A veces se miran demasiado las estadísticas, incluso en categorías de formación?

Creo que sí, se miran demasiado, y a mí no me parecen reales. Para un pívot es más fácil tener buena valoración que para un base porque coge rebotes, mete puntos, recibe más faltas..., pero sin una buena aportación de tu base el equipo se desmorona. El base te ha podido hacer el trabajo sucio. Por ejemplo, nosotras tenemos a Natalia Orejón, que a lo mejor no mete muchos puntos, pero hace un gran trabajo en defensa que no se ve reflejado en la estadística. O Guti o Pleite [Marta]... Las valoraciones están bien para reflejar un poco el partido, pero nunca son reales...

De hecho, en tu caso mucha gente destaca más que las cifras la intensidad y la capacidad de lucha...

Sí, y eso tampoco aparece en las estadísticas, aunque es verdad que en ese caso todo va unido. No puedes coger doce rebotes sin intensidad y sin pegarte en la pintura.

Desde tu experiencia, ¿cómo ves la evolución del baloncesto femenino?

En general, en Liga Femenina y en Liga 2 ha bajado porque antes se fichaban muchas extranjeras, pero casi prefiero que el nivel baje y dar más oportunidades a las españolas. Antes había quintetos hasta con cinco extranjeras, y que una poste española jugara era inviable. Los clubs se traían a las americanas más grandes que encontraban y las españolas no tenían ninguna oportunidad. Ahora se empieza a dar confianza al producto español y la consecuencia es que el nivel del baloncesto femenino español ha subido, como se puede ver en las selecciones.

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