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Ha sido uno de los rostros habituales del Estudiantes durante los últimos cinco años, en el junior y en el primer equipo, hasta el punto de asumir sobre la cancha responsabilidades impropias de su edad y convertirse la pasada temporada en una de las jugadoras más destacadas de Liga Femenina 2. Con su marcha al Plenilunio D.O. (Distrito Olímpico), Elena Díaz (Madrid, 5-2-1992) ha protagonizado uno de los fichajes más sonados del verano en Madrid. Pero para ella casi nada cambia: misma ciudad (incluso ahora más cerca de casa), misma categoría y mismos objetivos: seguir creciendo como jugadora.
Después de tantos años en el Estudiantes llegó el adiós, ¿por qué?
En verano hablé con Juanma [Ruiz], me habló del equipo y el proyecto de Distrito. Me gustó y me llamó la atención. Además, después de tantos años en el Estu, me apetecía cambiar de aires.
Empezaste en el baloncesto en el Real Canoe, ¿por qué este deporte? ¿por una cuestión de altura?
Sí, de pequeña también era muy alta (ahora mide 1,88) y lo típico, tus padres te apuntan, se te da bien... Jugaba en mi cole, hice las pruebas en el Canoe y me cogieron. Estuve un año de mini en el colegio Montserrat y después directamente en el Canoe.
Ya en el Canoe, empezaste a ir convocada con las selecciones de Madrid...
Sí, llevaba un año allí. Fui en infantil de primer año con las de un año más, y fue una sorpresa porque no tenía ni idea de que hubiera selecciones de Madrid (risas)... En serio, fue una experiencia muy bonita.
Estuviste tres años en el Canoe, luego dos en Majadahonda, en Estudiantes... ¿cómo se lleva tanto cambio?
Los años que estuve en Canoe fueron muy buenos, luego me llamaron de Majadahonda, me gustó el equipo y me cambié... y lo mismo pasó con Estudiantes. En cada momento pensaba que era lo mejor.
En un partido de la pasada temporada con el Estudiantes frente al Distrito Olímpico, su actual equipo.
Eres una jugadora interior, pero con buen tiro, ¿en qué zona de la cancha estás más cómoda?
Me gusta tirar desde lejos, lo he hecho desde siempre... Depende mucho de quien me defienda. Si me defiende alguien más grande, intento jugar más por fuera, y si es más pequeña, por dentro.
¿Una todoterreno?
Eso intento, es fundamental dominar varias facetas del juego
Con todas las bajas que hubo en el Estudiantes, el año pasado fuiste una de las jugadoras franquicia del equipo de LF2, ¿es complicado asumir esa responsabilidad con 21 años?
Con el equipo que hubo el año pasado, varias jugadoras tuvimos que dar un paso delante, pero eso no supone más presión, es algo natural que salió porque era lo que hacía falta.
¿Eso te hace crecer como jugadora?
Sí, claro, te hace crecer y madurar. Al final no es lo mismo ser de las pequeñas del equipo que ser la segunda más mayor. Me sirvió bastante para madurar como persona y como jugadora.
Es una habitual en las selecciones españolas, con las que ha conseguido cinco medallas. Foto: FIBA.
En cifras, fue un año especialmente bueno, con 14 puntos y más de 9 rebotes por partido.
Sí, desde que empezó la liga me encontré muy bien. No solo fue mi mejor año en números, también en sensaciones en la pista.
¿Te planteaste quedarte?
Al Estudiantes le tengo mucho cariño y una opción era quedarse, pero me ofrecieron algo que me llamó la atención y allí ya había cumplido un ciclo.
En tu currículum también figuran dos oros y tres platas con las selecciones españolas de formación...
Llevo desde los 12 años todos los veranos y son experiencias que te cambian la vida. Estoy muy contenta de la generación que he tenido. Algunas de las mejores amigas que tengo son de la selección y encima hemos tenido la suerte de que siempre hemos conseguido medalla...
Todo el mundo habla de las selecciones sénior, pero por detrás venís empujando con fuerza.
Desde hace unos años, desde abajo se consiguen medallas y somos los referentes de Europa.
¿El salto de la U20 a la absoluta es muy grande?
Sí... la verdad es que sí. La prueba es que hay muy poca gente que lo consigue. Tienes que irte a un equipo competitivo, jugar minutos... es complicado.
Compañeras tuyas en el Estudiantes y en la selección se han marchado a Estados Unidos, ¿tú te lo has planteado?
En mi primer año sénior lo estuve mirando, pero el Estu me ofreció jugar con el equipo de Liga Femenina 2, no me lo pensé mucho y me quedé. En el futuro nunca sabes lo que pasará, pero ahora mi idea es quedarme aquí.
¿Cuál es el objetivo del Plenilunio D.O. para esta temporada?
Asentarnos en la categoría, competir siempre e intentar ganar los máximos partidos posibles... Y si se puede oprtar a la fase de ascenso....
¿No descartas nada?
Aún queda mucho para que empiece la liga [el 25 de octubre] y sin conocer los equipos no se puede decir nada, pero creo que va a estar muy abierta.
Ese es el objetivo del equipo, ¿y el tuyo personal?
Seguir mejorando como jugadora, y luego las cosas irán saliendo solas. En un futuro me gustaría llegar a Liga Femenina y si sigo mejorando, supongo que llegará.
Tu antiguo equipo, el Estudiantes, se ha rejuvenecido aún más, y esa es la tónica en muchos equipos. ¿Se apuesta por la juventud porque no queda otro remedio?
Sí, es un poco triste, pero es así. En el caso del Estudiantes, cuando bajó de Liga Femenina a LF2, había menos dinero, ya no se podían fichar extranjeras y hubo que apostar por gente de la cantera más alguna veterana. En el baloncesto en general, ahora mismo la cosa está bastante cruda porque no hay dinero.
¿Especialmente en el femenino?
Desde mi experiencia, en el femenino se ha notado mucho. Antes las extranjeras venían a jugar a España y ahora somos nosotras las que nos tenemos que ir. Me imagino que en el masculino estará igual.
En tu caso, ¿cómo te tomas el baloncesto? ¿Es una opción de futuro?
Hay que ser muy muy buena para pensar en eso. Al baloncesto juego desde pequeña y me gusta, me encanta... Es más que un hobby, casi un trabajo, pero es muy complicado pensar en vivir del baloncesto.
Ahora estás estudiando...
Sí, y esta etapa de jugadora y estudiante está muy bien. Supongo que cuando empiezas a trabajar, viene lo complicado, pero mi idea es seguir con el baloncesto todo lo que pueda.
