Federación de Baloncesto de Madrid

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"Me siento un privilegiado"



Después de 36 temporadas en activo, 23 de ellas en categoría nacional, Miguel Ángel Garmendia Zorita (Madrid, 17 de mayo de 1965) se despidió del arbitraje el lunes 25 de agosto. Su último partido fue todo un España-Argentina en un Palacio de los Dep...

EntrevistaGarmendia1Después de 36 temporadas en activo, 23 de ellas en categoría nacional, Miguel Ángel Garmendia Zorita (Madrid, 17 de mayo de 1965) se despidió del arbitraje el lunes 25 de agosto. Su último partido fue todo un España-Argentina en un Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid lleno hasta la bandera. Ante casi 14.000 espectadores, Garmendia recibió los reconocimientos de la FEB y la FBM por una trayectoria que le ha permitido, entre otros hitos, dirigir partidos en todas las ediciones de la liga Adecco Oro. Se va un clásico, para quien el arbitraje "ha sido un hobby con el que he disfrutado como un enano". (Fotos: FEB).



 

 

36 años arbitrando. Se dice pronto...

Sí, son muchos años, una vida entera.... Es el hobby que he tenido, con el que he disfrutado, me he divertido y he conocido a mucha gente.

¿Te lo has tomado como un hobby?

Sí. Para mí siempre ha sido un hobby. Aunque conlleva muchas obligaciones y compromisos, personalmente mi profesión, para la que me formé, es otra. Estoy trabajando en una entidad bancaria y de esos ingresos vive mi familia. Aunque absorbía mucho tiempo y condicionaba muchas cosas, el arbitraje era un hobby. Esa es la libertad que siempre he tenido con el baloncesto.

La despedida llegó en el Palacio de los Deportes y en un España-Argentina... ¿qué sentiste?

Siempre sabes que llegará el momento de poner fin, pero nunca piensas que te vas a retirar así. Despedirte en tu ciudad, con 14.000 personas, en un partido de la selección española, quizá la mejor del mundo, es un broche final en el que nunca había podido pensar.

EntrevistaGarmendia2Vamos al principio. Empezaste a arbitrar en 1978, cuando estudiabas y jugabas en el instituto Ramiro de Maeztu..., ¿por qué?

Jugaba en las categorías inferiores del Estudiantes, tuve una enfermedad y los médicos me obligaron a parar. Justo dos días antes de empezar un cursillo en el Ramiro, me inscribí, y ahí empezó esta historia...

De la cantera del Ramiro no solo salen jugadores...

También han salido grandes árbitros. Sin ir más lejos, cuando yo era estudiante estaba José Ángel Gárate, que fue un referente para mucha gente del arbitraje tanto madrileño como español.

En el baloncesto y en todos los deportes, a veces el árbitro parece el malo de la película...

El árbitro es la persona que pone límites a los jugadores que participan de un juego donde hay mucha tensión y están a muchas pulsaciones. Lógicamente tiene que haber alguien que ponga los límites. Hay veces que esos límites no nos gustan, pero si no existiera la figura del árbitro difícilmente podría haber una competición.

Es, por tanto, una figura esencial...

Exacto. Una máquina nunca podría tomar decisiones, sobre todo en el baloncesto, donde, a diferencia de otros deportes, hay que tomarla en décimas de segundo. La gran dificultad del arbitraje está en eso.

¿Cuáles son las cualidades de un buen árbitro?

Para empezar, la principal es ser buena persona. Aparte, hay que prepararse, trabajar y tener mucha ilusión y ganas de disfrutar. Si no disfrutas y te diviertes, es imposible ser buen árbitro porque en una cancha no se puede estar sufriendo.

Estamos hablando de un deportista más...

Hoy en día los árbitros tienen una excelente preparación física, en la mayoría de los casos son auténticos atletas. Y ya no solo es esa preparación física como deportista. El buen árbitro conoce su trabajo de mecánica y reglamento, pero también el juego, los sistemas y la técnica individual. Todo ello le ayuda a ejercer su labor.

En estos últimos años, el nivel del baloncesto español ha subido mucho, solo hay que ver los éxitos de las selecciones nacionales, ¿también lo ha hecho el del arbitraje?

Sin lugar a dudas. El nivel cada día es mayor. Hay un mayor trabajo, mayor conocimiento, más medios y acceso a más información. También hay muchísima más gente dentro del arbitraje y eso hace que para llegar a categorías superiores el trabajo y la formación tenga que ser mayor. Igual que el baloncesto ha evolucionado y mejorado mucho en los últimos veinte años, el arbitraje también lo ha hecho.

¿Hay algún partido o algún momento que recuerdes especialmente?

No hay partidos especiales. Lo más importante es sentirte partícipe de toda la competición, ver que cuentan contigo según avanza desde el principio hasta el final. Eso es muy ilusionante y la gran dificultad del arbitraje. Lo mismo sucede con el deportista. No es mismo jugar un partido de ACB que llegar hasta la final. Si llegas hasta la final, es que has trabajado y estás preparado, es el reconocimiento al trabajo de toda la temporada. Y mantener ese nivel durante mucho tiempo es lo más bonito, más que un partido en concreto.

¿Tienes alguna espina clavada?

En el aspecto arbitral, lo máximo es ser árbitro ACB e internacional, y, como cualquier deportista, me hubiera gustado llegar a las mejores competiciones. No he tenido la capacidad, la suerte o las circunstancias de llegar y lógicamente esa espinita está clavada, pero es solo eso, una espinita. Hasta donde he llegado, me he divertido, he disfrutado, he conocido gente y, sobre todo, me lo he pasado como un enano. En ese sentido, me siendo un privilegiado. Cada uno tiene que disfrutar en su competición. Si estás en una pensando en otra, no disfrutas y no ejerces bien tu labor.

EntrevistaGarmendia3En el España-Argentina, su último partido, junto a sus compañeros
Juan Luis Redondo y Antonio Conde.

¿Cómo animarías a los jóvenes a dedicarse al arbitraje?

Es muy difícil entender el arbitraje desde fuera, porque en un partido el malo de la película siempre es el árbitro, y a nadie le gusta tener ese rol de malo. Mucha gente entra en el mundo de arbitraje para continuar su carrera deportiva o como una forma de ganar dinero, pero lo que hay dentro de ese mundo hace que algunos se queden muchos años. Conoces muchas personas, compartes tu hobby, formas un grupo, un colectivo... y todo eso engancha, aunque desde fuera sea difícil verlo. Hay que conocerlo desde dentro.

Después de 36 años, ¿qué vas a hacer ahora los fines de semana?

Habrá más cosas, pero tengo algo fundamental, dos hijos maravillosos de 10 y 5 años, que me van a absorber mucho tiempo... Lo principal es dedicarle tiempo a la familia. Seguiré colaborando en el mundo del baloncesto, en el que están la mayoría de mis amigos, para lo que me pidan tanto desde la Federación Española como desde la Federación de Baloncesto de Madrid, pero ahora lo único que quiero es vivir el día a día y disfrutarlo.

¿Ahora toca estar pendiente de la Copa del Mundo?

Como españoles, todos estamos pendientes. No solo por el hecho de que la selección pueda ganar la medalla de oro, que a todos nos gustaría, sino para que esta Copa del Mundo sirva como trampolín para el baloncesto, para que siga siendo uno de los grandes deportes de España, de los que más licencias tiene; en particular en Madrid, donde año a año sigue creciendo el número de licencias y por algo será...

 

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