Es uno de los clásicos del baloncesto de Madrid de los últimos años, prototipo de jugador nacido en un colegio (Santa Cristina), que crece en varios clubs (Olímpico 64 y Real Canoe) y escala en la cantera del Real Madrid hasta debutar en la ACB. Alberto Martín, campeón de Madrid, de España y medallista europeo (U16, U18 y U20), emprende ahora un nuevo reto en el UCAM Murcia. Un salto que afronta con ilusión y humildad. La competencia por el puesto de base con Carlos Cabezas y Raulzinho Neto no le asusta. Es más, le motiva para seguir aprendiendo.

¿Cómo ha sido la marcha al UCAM Murcia?

Yo acababa contrato con el Real Madrid y ellos estaban muy interesados. El entrenador [Diego Ocampo] apostaba por mí para unos años y yo encantado porque le conocía de la selección. Decidí venir a Murcia y estoy muy contento de la decisión.

Se puede decir que ahora toca empezar de cero...

Es otra ciudad, otra gente y otra forma de trabajo. Hay un buen proyecto, que es lo importante, y tengo muchas ganas de empezar a trabajar para ver hasta dónde podemos llegar.

¿Salir de casa da algo de vértigo?

Un poco porque es la primera vez que lo hago. Ya estaba acostumbrado en hacerlo para torneos, pero ahora se trata de vivir en otra ciudad. Por ahora todo va muy bien.

En el UCAM Murcia te tocará competir por el puesto con un ilustre como Carlos Cabezas y un base joven pero con experiencia ACB como Raulzinho Neto.

Eso me sirve para aprender de ellos. Son jugadores muy buenos, con mucha experiencia y me pueden aportar muchas cosas. Ahora, tengo que trabajar para intentarles quitarles el puesto todo lo que pueda y aprender de ellos para seguir creciendo. Son dos jugadores que te pueden enseñar mucho.

Dos fotos con las selecciones de Madrid: mini (izquierda) y cadete (derecha).

La temporada pasada doblaste con el primer equipo y el EBA, y después estuvo el Europeo U20, ¿se hizo muy larga?

Sí, porque empezó muy pronto con la pretemporada ACB, después doblando EBA y ACB, y acabó hace un mes. Se hizo bastante larga, pero tuvo experiencias muy buenas. He podido aprender mucho, jugar y estar en dos finales, una de ACB y otra del Europeo.

¿Queda el sabor amargo de perder esas dos finales?

La verdad es que sí, pero... En el Europeo a lo mejor tengo la suerte de llegar otra vez, y me quedo con la experiencia de vivir una final ACB.

Empezaste a jugar muy pequeño en el colegio Santa Cristina, ¿por qué el baloncesto?

Porque mi hermano jugaba al baloncesto, yo le veía entrenar cuando tenía 4 o 5 años y me ponía a tirar y a tirar... En cuanto pude, entré en el equipo del colegio.

Con el Olímpico 64 fuiste campeón de Madrid alevín

Sí, yo era de primer año. Ganamos la liga con un equipo muy bueno. Mantengo la amistad con varios de ellos, como Javi Portales, Alberto Espinosa, Ricky Carrizosa... y muchos más. Luego seis o siete jugadores nos fuimos al Canoe y tuvimos la suerte de ganar también la liga infantil.

Entra a canasta en un derbi junior contra el Estudiantes en el Magariños.

En el año 2010, en edad cadete, llegaste al Real Madrid, ¿cómo fue ese paso?

Fue algo natural. Ya conocía a muchos jugadores del Madrid con los que había coincidido en la selección. Se nota mucho el cambio porque el Madrid es otro mundo, pero estuve tan cómodo que se hizo muy fácil.

Con la selección de Madrid has participado en cuatro Campeonatos de España, uno mini, otro infantil y dos cadetes, con título incluido, ¿qué recuerdas de esas experiencias?

Sobre todo cuando eres pequeño es una experiencia preciosa, porque es tu primera selección, te juntas con gente contra la que has jugado durante todo el año y ves que aparte de ser contrincantes son amigos. Además, juegas por primera vez contra otras selecciones de toda España. Es una experiencia muy bonita, que echas de menos cuando te haces mayor.

Dicen que tus puntos fuertes son la visión de juego y el tiro... ¿estas de acuerdo?

Creo que una de las mejores cosas que tengo es que me gusta jugar al baloncesto y me lo paso muy bien. Me gusta leer el partido, y si hay que meterlas, se meten (risas)... pero también correr, jugar y divertirme, que al final es lo que importa.

Esa filosofía de juego alegre va en la línea de Pablo Laso, que fue quien te hizo debutar en ACB, ¿cómo fue la experiencia con Laso?

Muy buena, porque tiene una forma de ver el baloncesto que a mí me atrae mucho, un juego divertido, atractivo... Me sentía muy cómodo y me ha enseñado mucho, igual que todos los jugadores.

Recibe el trofeo de campeón de Madrid junior de manos de Juan Martín Caño.

¿Qué pasó al final de la temporada? ¿Qué explicación le das?

Quizá que tuvieron la mala suerte de tener varias lesiones importantes a lo largo de toda la temporada. Eso fue desgastando mucho y al final se notó porque son dos competiciones [ACB y Euroliga] muy largas, con muchos partidos, y gana el que tiene más jugadores y ha podido tener más rotación.

Llevabas dos temporadas llamando a la puerta del primer equipo y al final te has marchado. Hay muchos casos similares, ¿es tan difícil quedarse en la primera plantilla del Real Madrid?

Es el mejor equipo de Europa y obviamente es muy difícil. Yo por lo menos he tenido la oportunidad de pasar este año con ellos y la mitad del año anterior y me siento muy afortunado... Pero sí, es muy difícil quedarse allí, donde juegan los mejores. Cada uno tiene que seguir su camino, seguir aprendiendo y nunca descartas volver.

¿Crees que, en general, los clubs miran más hacia fuera que hacia dentro?

Sí, pero depende mucho de los clubs. En el caso del Real Madrid, busca una plantilla que juegue las dos mejores competiciones de Europa, la ACB y la Euroliga. Tiene que buscar a doce jugadores capaces de jugarlas al máximo nivel y, en cierto modo, es lógico que mire más hacia fuera.

En el Real Madrid lo tenías muy complicado, pero ahora también te va a tocar luchar por el puesto...

Al final todo es trabajar y ver dónde te lleva el trabajo. Aquí hay la misma competencia que puede haber en el Madrid, pero es otro tipo de proyecto, muy atractivo, de los mejores que hay ahora mismo en la ACB, y sin prisa. Es un proyecto a largo plazo. Obviamente, hay que hacerlo lo mejor posible, pero se puede ir poco a poco.

Durante el reconocimiento médico con su nuevo equipo, el UCAM Murcia. Foto: UCAM Murcia

¿Con más paciencia que en un club obligado a ganar?

Aquí no te exigen resultados en el momento. Hay paciencia para que los jugadores se formen y ver hasta dónde pueden llegar.

Eres un habitual de las selecciones españolas de formación que cosechan medallas cada verano, ¿el relevo de los Gasol, Navarro o Reyes está garantizado?

Es una generación que nos ha dado muchas alegrías y esperemos que los que venimos por detrás podamos hacer lo mismo, pero nunca se puede prometer algo así porque lo que han hecho es excepcional. Lo que sí puedo decir es que por debajo hay gente, formación y trabajo de sobra.

¿Cómo ves la Copa del Mundo que arrancará este mes?

Puede ser muy bonita. España tiene un equipo muy potente, con un juego interior que destaca sobre cualquier otro equipo del Mundial. Vamos a disfrutar mucho.