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Marina Lizarazu (Madrid, 10-01-1995) acaba de conquistar su primer gran título nacional, la Copa de la Reina. Considerada la base del futuro del Rivas Ecópolis, ya tiene otros logros; domésticos, como el Campeonato de Madrid junior, e internacionales, como el oro en el Europeo U16 y la plata en el Mundial U17 con la selección española. Todo empezó en su colegio de Torrejón de Ardoz y en el Programa de Jugadoras Altas de la Federación de Baloncesto de Madrid.
¿Cómo empezaste con el baloncesto?
En mi colegio, el San Juan Bosco de Torrejón, había baloncesto como actividad extraescolar y mi padre siempre ha jugado. Llegó a entrenar con el Primera B de Torrejón. Me apunté con 4 o 5 años a ver si me gustaba... Entonces solo entrenábamos, no había partidos. Empecé a jugar en 5º de Primaria.
Y llegas a un Programa de Jugadoras Altas de la Federación de Baloncesto de Madrid...
Sí, aunque yo no era demasiado alta [ahora mide 1,70] cuando estaba en 6º de Primaria me llamaron de la Federación para ir a entrenar a Puerta de Hierro todos los domingos. Allí coincidí por primera vez con jugadoras como Isa Bueriberi, que ahora está en el junior de Rivas, y Laura Quevedo.
¿Siempre has jugado como base?
Siempre. Cuando jugaba de pequeña, aunque todo era un caos, un correcaminos, ya me gustaba llevar el balón, pasar a las demás y controlar un poco el juego. Tan pequeñas no teníamos puestos asignados, pero como yo era la que dominaba el balón un poco mejor, era quien lo subía...
¿Que cualidades debe tener un base?
Sobre todo visión de juego y mucha cabeza para saber lo que hay que hacer en cada momento y tomar las decisiones correctas. Mantener el tempo del partido, aparte del dominio del balón, técnica de tiro...
Todos los entrenadores destacan tu capacidad para jugar bajo presión.
Sí, dicen que soy un poco fría... (risas), pero cuando estas en un momento difícil de un partido no piensas, se te olvidan los nervios y te dedicas solo a jugar.
¿Cómo llegaste a las selecciones? Empezaste con las de Madrid...
Cuando empecé a ir al Programa de Jugadoras Altas me llamaron para varias concentraciones y más adelante, ya en Rivas, estuve con la selección madrileña infantil y jugué el Campeonato de España. En total, he estado en tres campeonatos, uno infantil y dos cadetes.
Con la selección U17, en la final del Campeonato del Mundo.
¿Y con la española?
La primera concentración fue en Íscar con la U13. A partir de ahí he estado en todas.
¿En ese momento empezaste a pensar que podías tener futuro en el baloncesto?
Antes ni sabía las selecciones que había. Cuando me llamaron me hizo mucha ilusión y fue como un aliciente para tomármelo más en serio. El principal objetivo siempre es disfrutar, pero es verdad que a partir de una edad piensas que esto puede formar parte de tu vida y de tu carrera profesional.
Con las selecciones has sido campeona de Europa U16 y subcampeona del mundo U17. En la final del Mundial, contra Estados Unidos, fuiste la máxima anotadora con 19 puntos, ¿fue uno de tus mejores partidos?
Con las selecciones todos los recuerdos son buenos. El Campeonato U16 fue especial porque fue el primero que jugamos todas las de mi generación y todo fue sobre ruedas. Nuestra generación se caracteriza por una gran unión entre todas, nos llevamos muy bien y eso se refleja en la pista. El Mundial U17 fue la consolidación de esa generación. Demostramos que a nivel mundial también sabíamos dar la cara. En la final llevábamos muchos partidos encima, cuatro jugadoras había subido con la U18 y quizá nos pesó el cansancio, pero es uno de los mejores recuerdos que tengo.
¿De ese equipo hay alguna jugadora con la que lleves especialmente bien?
Con todas. Si tuviera que decir alguna, Belén Arrojo o Leti [Leticia Romero]... pero nos llevamos muy bien entre todas.
En Rivas, ahora estás entre el primer equipo y el junior, pero desde hace tiempo hablan de ti como la base del futuro del Rivas Ecópolis, ¿es una presión añadida?
Supongo que esa presión existe, pero tampoco te paras a pensarlo. Cuando te dan la oportunidad de subir con el primer equipo, solo piensas en hacerlo lo mejor que puedas para que tengas más oportunidades y seguir mejorando como jugadora.
¿Tienes alguna jugadora referente?
Me he fijado siempre en las bases que ha tenido Rivas, como Clara Bermejo, los años que estuvo Elisa Aguilar y ahora Kata Honti. Más en las bases, porque es la posición que ocupo, pero también me encantan otras, como Anna Cruz o Queralt Casas, que me ha sorprendido mucho. Es una jugadora increíble con una gran intensidad defensiva.
¿Todas de Rivas?
Sí... (risas), supongo que al llevar tanto tiempo aquí me fijo más en ellas.
¿Cómo has vivido la Copa de la Reina?
Con mucha ilusión porque era la primera vez. Ha sido una gran experiencia y, además, pude disfrutar de unos minutos en la semifinal contra Girona. Estar con ellas y vivirlo desde la pista es una experiencia que no se olvida. Aprendes mucho con jugadoras de tan alto nivel. Ojalá se pueda repetir.
Porque este equipo parece destinado a grandes logros...
Sí. Rivas ha ido creciendo como club y espero que podamos conseguir más títulos.
Tras lo visto en la Copa de la Reina, parece que, poco a poco, está creciendo la popularidad del baloncesto femenino...
Cada vez se retransmiten más partidos. No se puede exigir que de un día a otro se televisen tantos como en el masculino o en otro deporte, pero sí se está consiguiendo más difusión. A lo mejor aparentemente el baloncesto masculino tiene más espectáculo porque es más físico, pero nosotras lo suplimos con técnica y trabajo. Si la gente se para a ver un partido de baloncesto femenino, se da cuenta de que también es deporte y es divertido de ver.
El Rivas Ecópolis junior logró el título de Madrid en la temporada 2011-12.
En tu caso, el baloncesto cada vez te exige más.
En una parte importante de mi vida. No tengo entrenamientos fijos, me dan planes por semana, pero puedo estar cuatro o cinco días a la semana más los partidos.
¿Y cómo lo compaginas con los estudios?
Este año es más difícil porque toca la selectividad. Me quedo muchas noches estudiando hasta tarde. A partir del año que viene, ya con la carrera elegida, quizá los horarios serán más flexibles y me lo podré tomar con más calma, aunque tarde algo más en acabar la carrera.
¿Ya la has elegido?
Todavía no y se me echa el tiempo encima... A lo mejor Periodismo, Comunicación Audiovisual o Magisterio.
Al margen del baloncesto, ¿tienes alguna afición?
En verano hago surf. Veraneo en el País Vasco, desde pequeña me apuntaban a cursos y me encanta.
Deportista en invierno y en verano..., aunque cada vez te exija más sacrificios.
Según creces, como jugadora y como persona tienes que hacer más cosas y exigirte más. Exigirte y que te exijan. Es bueno para mejorar cada día. Exige un esfuerzo, pero todo consiste en organizarse y saber lo que tienes que hacer en cada momento.
En el Cerro del Telégrafo, con la Copa conquistada en Zamora.
¿Tu futuro estará ligado al baloncesto?
Solo sé que me encanta el baloncesto. Lo practico desde pequeña y es una parte importante de mi vida. Mientras siga disfrutando y pasándomelo tan bien, seguiré.
¿Qué te ha aportado este deporte?
Entre otras cosas, independencia. Viajas desde que eres muy pequeña, conoces a mucha gente y algunos se convierten en personas muy importantes. Aprendes de todas las experiencias, de las victorias y de las derrotas, y eso te forma como persona.
