MVP del partido: Adrián Díaz (San Agustín del Guadalix). 24 puntos, 5 rebotes y 28 de valoración en 43:46 minutos.
Estadísticas en SWISH (NBN23)
El San Agustín del Guadalix había cogido el ritmo al partido, pero el Ciudad de Móstoles no lo iba a poner nada fácil, por lo que el encuentro se convirtió en un intenso pulso (20-20 a 7:45). Los visitantes intentaron mantener la iniciativa en el marcador con el músculo de Cristóbal Gana, que sacó una falta tras otra en la pintura. Sin embargo, los locales siempre estaban a un paso (29-33 a 3:50). Un triple de Samuel Adrados lanzó al Ciudad de Móstoles hasta 31-37 y, tras la reacción local, otro dos, de David Soto y Adrados, llevaron al 35-43. Después, otra escalada local y el encuentro, cada vez más intenso, llegó al descanso con 39-43.
La segunda mitad comenzó con el Ciudad de Móstoles estirando la cuerda. Los dos equipos miraban de frente al aro, pero los mostoleños estaban más acertados. El triple de Nicolás Justicia supuso el 41-48 y el rebote de Cristóbal Gana el +9. Los visitantes volvían al principo, a robar y correr... y así alargaron la brecha hasta una máxima diferencia de 41-54 antes de que el triple de López-Diéguez cortara su racha. Los locales necesitaban arriesgar y lo hicieron para recortar poco a poco, de -13 a -6 (50-56 a 3:24), pero esta vez se quedaron a medio camino. A la carrera, el Ciudad de Móstoles volvió a escaparse: 50-61 a 2:03 y 54-65 al final del tercer cuarto.
Pese al acierto de Adrián Díaz, ya en 20 puntos, los locales no podían con un rival que tenía a Cristóbal Gana y Nicolás Justicia como hombres fuertes y la defensa como arma colectiva. El líder tenía que jugársela sí o sí. Un triple de López-Diéguez allanó el camino; a 5:35 para el final, el marcador ya estaba en 61-67... y con 63-67 y cinco minutos por delante Manu Pastor paró el crono. El choque se encaminaba a un final apretado, sobre todo tras el 67-69 del inagotable Paco González. Los dos equipos apretaban: si Nicolás Justicia voló hacia el aro, Sergio Vaquerizo repitió la jugada en el contrario. El partido entró en el último minuto con 69-72 y la presión local llevó al empate con 16 segundos por delante. Los mostoleños no acertaron y... ¡prórroga! Un tiempo extra de emoción e igualdad (como toda la Liga VIPS), que empezó con ventaja visitante (74-76 a 2:27), volvó a igualarse (78-78 a 1:08) y llegó a los últimos ocho segundos con el líder dos arriba (80-78), suficiente para encadenar la séptima.